RAIN

Vengo de una familia de fotógrafos. Mi bisabuelo, mi abuelo y mi padre fueron todos fotógrafos. Luego mi madre comenzó a pintar. Crecí en un mundo donde la memoria estaba hecha de instantáneas robadas al tiempo y congeladas para siempre. En mis espectáculos, simplemente trato de poner en movimiento esas imágenes.

Esta historia transcurre en un teatro donde se ensaya un espectáculo de circo; donde teatro y realidad se mezclan y uno no sabe donde empieza uno o termina el otro. Los protagonistas intercambian miradas que revelan pequeñas historias de amor, pasiones secretas, destellos de intimidad. La fragilidad de los intérpretes florece lentamente, apareciendo en los momentos extremos de esfuerzo y equilibrio. Son artistas que vienen del pasado, personajes de un álbum de fotos viejo, elegantes y fuertes como nuestros abuelos. Y entonces ahí está el cielo, un cielo inmenso.

Cuando era niño y llegaba el primer temporal del verano, me daban permiso para salir al jardín a jugar y empaparme bajo la lluvia. Todavía amo esa sensación de libertad –zapatos llenos de agua, la ropa ensopada y el pelo chorreando. “Dejalo llover” solíamos decir. Era como si diéramos la bienvenida a todo lo que venía del cielo, sol o lluvia, no importaba. Cosas inesperadas pueden venir desde el cielo: mensajes, señales, promesas. En nuestro escenario, no sólo va a caer lluvia; algunas sorpresas se derramarán también. Hay una cierta manera de sentir en este espectáculo, casi un sentimiento de nostalgia, como una extraña necesidad de retornar a la casa de donde venimos, la casa donde una vez estuvo la familia reunida, donde están tus raíces. En casa llamamos “lluvia en tus ojos” a este sentimiento de belleza, una triste dulzura que se siente al ver el atardecer. Quisiera que este espectáculo fuese como una caricia: simple, directa, llena de sensualidad y ternura. Los protagonistas de esta aventura aparecen y miran a los ojos a la platea desde el proscenio. Empiezan un diálogo con los espectadores hasta que son tragados de vuelta por las imágenes surreales de la historia.

Si tuviera que describir este espectáculo, diría que está lleno de esperanza, alegría y añoranza; y hecho de la misma materia que las historia de mi abuela. Se lo dedico a todos aquellos que aman empaparse bajo la lluvia.

Daniele Finzi Pasca