"Al origen de toda nuestra búsqueda que nos ha llevado a recorrer el mundo en los últimos 39 años, nos ha movido la certeza de que hay historias que pueden curar. El teatro como medicina, como indagación de arquitecturas y estructuras mágicas donde la evocación de eventos reales o imaginarios produce beneficios, placer, emoción, catarsis. Hemos encontrado chamanes en Rusia, México, Cana-dá, Perú, India, Bolivia, Nepal, en Etiopía, en Chile y cada vez intentamos colectar fragmentos de una sabiduría ancestral.El miedo a la oscuridad, la pérdida de un familiar, las heridas del amor producen llagas dolorosas que únicamente ciertas historias pueden sanar.A lo largo de estos años hemos construido espectáculos con papel filigrana sobre el cual se han impreso elementos de esta búsqueda.Usando la ligereza y entrenándonos en ella elaboramos historias en las que la enfermedad y el sanar siempre han estado presentes; de “Ícaro” a “Así se tiraba el destino” pasando por “Nebbia” o “Donka” hasta llegar a “Per Te”.Conocí a Pablo muchos años atrás en México y nació entre nosotros una profun-da amistad. Lo llevé conmigo a Canadá y luego se integró a la Compañía cuando hice la nueva versión de Maldita Canalla la Soledad.En Buenos Aires hace […]